Analiza uno lo que está siendo la temporada veraniega en Madrid y, pese al calor, me entran escalofríos. Por vez primera en la historia de la primera plaza del mundo no hay toros los domingos en Las Ventas. Atrás han quedado para siempre aquellas oportunidades que tenían muchos diestros que, olvidados, era en Madrid donde podían jugar la baza de poder volver a sus fueros, se han dado muchísimos casos de toreros que, olvidados por las empresas, llegaban a Madrid, triunfaban y arreglaban sus vidas.
Después de la feria de San Isidro, la empresa ha venido organizando novilladas que no sirven para nada, salvo para estrellar a muchos incipientes novilleros que, todos, sin distinción, acuden a Madrid a la espera de que surja el milagro y, como sabemos, en los toros no existen milagros, más bien casas fuertes que te arropen.
La inconfundible plaza de toros de Las Ventas en Madrid
Y digo yo, ¿qué hace la Comunidad de Madrid ante dicha tropelía? Ante todo, ese pliego de condiciones debería de exigirle al promotor que diera corridas de toros todos los domingos por aquello de las oportunidades de que ante yo hablaba. Pero no, al parecer, todos son cómplices del desacato y, a su vez, el productor, como Simón Casas se define, sigue haciendo de su capa un sayo; es decir, lo que le pasa por los cojones. Claro que, si se lo consienten, hace bien porque de tal modo con muy poco dinero cubre el expediente y, al año que viene más.
Queda la feria de Otoño en la que, como Casas dijo, habrá sorteo entre toros y toreros; los toros ya los conocemos pero, los toreros, como sospechamos, serán los que todos sabemos, salvo la excepción de Alejandro Talavante que, pese a ser el triunfador de la feria de San Isidro ha tenido el valor de anunciarse en dicha feria pero, con doblete. Y lo ha hecho en un gesto de rabia y pundonor torero para explicarle a los taurinos que están equivocados al no contratarle. Es decir, esperamos con ilusión que, la fórmula que este hombre ha cacareado la aplique el próximo año en la feria de San Isidro, cosa que no hará, pero que nos ilusiona a todos.
Recuerdo ahora las declaraciones que Simón Casas hizo tras la feria de San Isidro y dijo cosas para enmarcar. Primero dijo que tanto él como sus socios no cobran sueldo alguno, algo que me parece muy bien puesto que a fin año, más beneficios habrá; seguro que lo hace para pagar más impuestos a Hacienda. Al respecto del sueldo, si no lo cobran es porque no les hace falta.
Pero la bomba explosiva cuando dijo Casas no fue otra cosa que se lamentaba de que la mayoría de los toreros que pasaron por Madrid cobraron sueldos de miseria. ¡Y lo dijo él que es el que paga! De igual modo, por sus declaraciones, quisimos entender que se lo llevan todo las figuras y no queda para los demás, eso sí, las entradas valen al mismo precio en las corridas de desgraciados como en la de las figuras. ¿Me lo quiere explicar señor productor?
Tras todo lo que estamos viendo, es una pena que no esté en activo el maestro Luís Francisco Esplá que, en su época, fue el único que tuvo cojones y arrestos para defender la dignidad de los toreros que, como se sabe, luego se lo dejaron tirado como una colilla. Y digo el maestro Esplá porque, ante tanto desacato, seguro que él seguiría rompiendo lanzas por sus compañeros, pese a que eran unos acojonados que no servían para nada y, luego se lamentaban.
Desdichadamente, no queda dignidad de ninguna índole porque el negocio del toreo es como una mafia que, unos pocos lo controlan todo y si estás dentro de ese entorno eres el rey; pero como quiera que la inmensa mayoría todos están afuera, es un mundo de desdichados y muertos de hambre, dicho con todo el respeto del mundo y con enorme cariño.
La cosa tiene bemoles cuando, como dije, Casas dijo públicamente que se “lamentaba” de los sueldos de miseria que cobraron casi todos los toreros en Madrid. O sea que, los toreros no se han llevado casi nada por jugarse la vida frente a toros de verdad; eso sí, tienen la comprensión del amo que les contrató que no es poca cosa. Ya vendrán tiempos mejores; es decir, todos sueñan con emular a Enrique Ponce y, si lo que pretenden es ocupar su puesto lo tienen claro porque, como se sabe, Ponce estará en el toreo hasta que le dé la alternativa al niño de Manzanares.