En el mundo del arte, ni están todos los que son ni, por supuesto, son todos los que están. Y, dentro del panorama de la canción melódica y el bolero, el Trío Encuentros, son un ejemplo de cuanto digo. Ellos, María Victoria, Víctor y Andrés, son los componentes de este grupo admirable que, de la canción, aún sin ser su medio de vida, son capaces de ponerle su alma en cada envite y, por consiguiente, calar en el corazón de todos los espectadores que, tras su actuación, quedan extasiados por sus canciones. El Trío Encuentros es, como se evidencia, el estandarte musical en su zona murciana y, a medida que transcurre el tiempo, van escalando posiciones y, sin prisa pero sin pausa, abriéndose camino en el difícil y complicado mundo del arte.
El pasado sábado pude contemplarles y, lo digo sin rubor, quedé maravillado con sus canciones. En su repertorio anidan las más bellas melodías de todos los tiempos y, ellos, con sus formas y modos, el bolero, la guajira, el merengue, así como la canción mexicana, todas las formas y maneras de entender la música de siempre, en sus manos y sentidos, logran la categoría de excepcional. María Victoria es la voz solista del grupo aunque, en honor a la verdad, dentro de su extenso repertorio, caben todos. Ellos, Víctor y Andrés, con las guitarras, ponen notas a tan lindas canciones que, a trío, desgranan con soltura y encanto.
En este concierto a que aludo, el Trío Encuentros, nos dieron un paseo por toda la música del mundo, de forma concreta, la que naciera en los países sudamericanos que, por sus formas y maneras, dicha música, conocida por todo el mundo, sus viejas canciones son el repertorio admirable de este grupo singular. Dos horas sin interrupción dieron la medida de su encanto y, ante todo, por la pasión que enfatizaban en todas las melodías que, sin lugar a dudas, su propio convencimiento es el que caló en el alma de todos los asistentes. Este Trío Encuentros nos brindó la oportunidad de escuchar, una vez más, las melodías de José Alfredo Jiménez, Chabuca Granda, Alberto Cortez, Polo Polo, Fito Paéz, Jorge Cafrune, Olga Guillot y una serie inacabable de grandes compositores que, como explico, sus melodías, han quedado como legado fantástico para el mundo. Dichas canciones, las que ellos interpretaran, famosas en el mundo, tomaban el aire fantástico que ellos le imprimían, hasta el punto de que, sus versiones, podrían equipararse a las más bellas que siempre hemos escuchado.
El grupo nació hace alrededor de dos décadas y tomó su nombre justamente por el motivo de su encuentro. Ellos, María Victoria, Víctor y Andrés se encontraron y, al instante, comprendieron que, juntos, podrían hacer grandes cosas por la música. Si la voz de María Victoria es espléndida, ellos, con sus voces y sus guitarras, como explico, forman este trío que, a poco que les dieran la oportunidad de aparecer en la televisión, en un instante, estaríamos hablando de un gran terceto para el deleite de los amantes a la música de siempre. Así, de este modo, ella, auxiliar de enfermería; Víctor, informático de profesión y, Andrés, químico por necesidad, en sus ratos libres forman este Trío Encuentros que, a diario, va consiguiendo más adeptos a sus canciones. Es ahora, bajo el patrocinio de la CAM, afortunadamente, casi todos los fines de semana tienen actuaciones en distintos pueblos de Murcia y Alicante y, como explico, gracias a su arte, conforme pasa el tiempo y se vayan dando a conocer, sus adeptos, se contarán por cientos de miles.
Víctor Manuel Feliciano, cubano de nacimiento, como se evidenció, lleva el arte en sus venas; le secunda, como explico, su compañero Andrés Díaz que, con la guitarra y la armónica, consigue pasajes verdaderamente bellísimos; y la voz singular de la dama María Victoria. Bien hallados sean este Trío Encuentros que, residentes en Murcia, con toda seguridad, harán gozar a cualquier pueblo del mundo con sus canciones.
