Terminaron los festejos de la edición número 50 de la feria de Tlaxcala y con ello los festejos taurinos de este año. Fueron cuatro corridas de toros en las que tomaron parte los matadores Eulalio López “El Zotoluco”, Enrique Ponce, Uriel Moreno “El Zapata”, Alejandro Talavante, Octavio García “El Payo”, Mario Aguilar, Federico Pizarro y Alejandro Amaya. Además, por primera vez hicieron el paseíllo en la Ranchero Aguilar los matadores Diego Silveti, José Mauricio, Luis Bolívar y el rejoneador Leonardo Hernández. El tema del ganado no fue el más afortunado por lo que terminaron lidiándose ejemplares de Xajay, Montecristo, Barralva, Jorge María, San Isidro, Fernando de la Mora, José María González y José María Arturo Huerta (el único encierro de los anunciados que no se parchó).
Cabe destacar que en los primeros tres festejos se contó con un gran aforo de aficionados. Sin duda fue muy alentador ver la plaza llena hasta el tercer tendido de sol. Sólo en el último la entrada alcanzó cerca de media plaza.
En la primera corrida el maestro Eulalio López “El Zotoluco” cortó una oreja tras una gran faena. Enrique Ponce que realizó una pequeña gira por tierras mexicanas, para llevar a más sitios de nuestro país el toreo que a la afición le gusta; nadie puede negar que el maestro español nos regala auténticas pinturas en cada muletazo o verónica, salió en hombros. Octavio García “El Payo” quien comienza a reencontrarse consigo mismo, con su carrera y con la afición, realizó dos faenas importantes que no pudo concretar tras fallar con el acero. Para la segunda corrida el diestro Tlaxcalteca Uriel Moreno “El Zapata” convenció y complació haciendo un espectáculo vibrante ante toros que otros toreros los hubieran pasaportado rápido para evitarse penurias. Alejandro Talavante, quien con su toreo que expresa creatividad, obras plásticas con una exquisita explosión de valor y entrega se marchó en hombros tras cortar tres orejas. Mario Aguilar tampoco corrió con suerte en el sorteo, aún con ganado de pocas posibilidades dejó buenas impresiones. Para la tercera corrida hacían su presentación los tres alternantes. Leonardo Hernández con un toro de Fernando de la Mora cuajó una gran faena que le mereció dos apéndices y la puerta grande (primera en su campaña mexicana). José Mauricio y Diego Silveti estuvieron muy por encima de los astados, aunque numéricamente se fueron de vacío. En el cierre de la feria, Federico Pizarro y Luis Bolívar lograron la última puerta grande con buenas actuaciones, mientras que Alejandro Amaya, tras una buena tarde que no pudo culminar con la espada paseó una oreja.
Se lidiaron un total de veintiséis astados, uno de los cuales que fue regresado a corrales por no cumplir. También se regaló un solo ejemplar, que curiosamente fue el último de la feria, el cual fue lidiado por Luis Bolívar. Fueron cortadas catorce orejas y en las cuatro tardes hubo salidas a hombros.
Muchas preguntas, y por la tanto respuestas, así como reflexiones quedan en el aire. No obstante, si queda claro que esperamos ver el próximo año toros que cumplan con edad, con trapío, con presencia, toros que sean de la tierra y toreros que no vengan nada más a cumplir.