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UNA TEMPORADA GRANDE DE MUCHOS CONTRASTES |
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Por
Nadlleli Bastida |
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28/02/2013 ] |
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Echar una mirada atrás para recapitular la recién concluida Temporada Grande 2012-2013 no es fácil. Y no lo es, porque en la historia queda un serial con notas polarizadas. Así como hemos podido testificar la magia y la verdad del toreo, también hemos presenciado momentos bochornosos, o tan sobrepasados de los límites que supondría lo digno, lo responsable, y/o lo respetuoso que rayan en aquello que uno quisiera olvidar.
El protagonista no ha sido el protagonista, porque las figuras -fundamentalmente-, cada vez lo permiten menos. De 19 tardes, apenas 3 encierros, en conjunto, bien presentados: Los Encinos, San Mateo y San José. Curiosamente, de estos mismos hierros procedieron algunos de los toros que cumplían con aquello de la bravura y la casta. Un toro se indultó, de Jorge María, aunque lejos quedó de ese ejemplar ideal. También de esa misma casa ganadera, propiedad de los empresarios de la plaza, salió al ruedo un astado que no se dejó picar y tuvo que ser banderilleado con los palos negros.
Desafortunadamente, también podemos emitir una lista negra de ganaderías que, en otro tiempo hubiesen perdido cartel y, por tanto, no podrían volver a esta plaza. Bernaldo de Quirós, Marrón, Fernando de la Mora, San Isidro y Carranco enviaron astados sin el menor decoro y rubor ante el nulo trapío de las reses y, no conformes, animales cuyo descastamiento provoca desilusión, aunque para algunos matadores de toros, este es el que les sirve.
Para algunos, Fermín Rivera fue una revelación. Lo era porque la poca o nula consideración para este torero durante años, hacía que solo unos cuantos conocieran las sobradas cualidades de este joven potosino para ser torero, y no porque de un día a otro, de manera sobrenatural, fuera ungido con los santos oleos del toreo verdadero. A Arturo Saldívar, le bastó una tarde para que el público mexicano siga creyendo en él, y para que la empresa, siga distanciada con él. La recuperación de El Payo es un alivio que, sin duda, reconforta. Jóvenes como Mario Aguilar, José Mauricio, Joselito Adame, si bien, podemos decir que se mantienen, debieran tener en esta plaza, actuaciones mucho más amalgamadas.
Cuatro toreros hicieron el paseíllo en tres ocasiones. Diego Silveti a quien se le dio un trato de gran figura. Seguramente el balance para él será positivo, pues estar de cara a tres compromisos de peso con poco rodaje no es sencillo; sin embargo, este mismo factor fue el que no le permitió cubrir toda la expectativa creada. En cotraparte, Eulalio López Zotoluco, sí, mostró ese gran oficio que los años otorgan, pero la falta de un toro enrazado delante, impiden que podamos admirarlo en todas sus capacidades. Alejandro Talavante no tuvo una primera tarde sobresaliente, pero en la segunda y tercera pudo encandilar al personal.
El Juli es el mandón del siglo XXI en esta plaza. Las dos tardes que estuvo acartelado se dieron las mejores entradas. Todo se le admira, pues tiene todo para ello. Pero también, como poseedor de tantas cualidades, y sabedor de ello, se le ha de aplaudir con tanta fuerza, como se le ha de cuestionar.
Así, pues, una vez más, La México para los europeos se convierte en un invierno campero. Mientras acá se aplaude a rabiar a toda la nómina ultramarina, del otro lado, la importancia que merece nuestra temporada y todo cuanto aquí ocurre no tiene importancia. Sí, Morante pudo mostrar que no sólo es el Morarte de pellizco, sino un torero muy completo. Hermoso de Mendoza comparte créditos con El Juli en cuanto a capacidad de convocatoria. El heroísmo de Padilla encontró eco y fue valorado en México. Pero mientras las puertas de los toriles son pequeñitas, las puertas de entrada, y más la de salida, para los toreros son muy anchas. Y una vez que toman un poco de confianza, llegan con dejos de gran displicencia, pero solo cuando salen en hombros pretenden conferirle la importancia que no le dieron antes del paseíllo.
Con una gran bronca para Enrique Ponce se inauguró el serial. Hoy, el valenciano podrá no entender, porque así como ese torete del sainete salieron muchos más, así que llevará un poco de razón. Y cerramos con una fiesta de capricho y surrealismo, en la que cada torero llegó con sus toros y se concedieron trofeos como de kermese.
Muchos detalles, positivos, propositivos, vergonzosos, hacen interminable el recuento. Un paseo gráfico puede ayudar a recordarlos, para conservar lo valioso y cambiar lo que quisiéramos olvidar.
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Se lidiaron 16 toros de un solo hierro: Barralva |
La mayoría fueron encierros indecorosos |
Pero también hubo TOROS con trapío y casta |
Debilidad y mansedumbre fueron una constante |
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Los jóvenes dieron la cara otra vez |
Aunque algunos no gozan de las filias de la empresa |
Diego Silveti, un consentido de La México |
Volvimos a ovacionar a El Payo |
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José Mauricio, una de las mejores estocadas |
También la de Alfredo Gutiérrez, que le valió una oreja |
O las de Fermín Rivera, además, realizó una de las mejores faenas |
Y con banderillas, muy clásico, otro Fermín, Spínola |
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O Israel Téllez |
Menos clásico, Joselito Adame |
Algunos no tuvieron suerte como Federico Pizarro |
O Alejandro Amaya, y fueron tratados con mucha dureza |
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Dos confirmaciones. Una grata, Roberto Galán |
Y otra, de puntitas: David Mora |
Manolo Mejía fue el único matador que dijo adiós |
Y Lupita López la única mujer, aunque esta vez no le fue bien |
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A Padilla le reconocieron mucho y le recriminaron poco |
Daniel Luque gustó y cortó dos orejas |
Talavante hechizó con lo que sacaba de la chistera |
Morante conmocionó y estuvo en el aniversario |
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Mientras que Castella apenas pasó por el ruedo de La México |
Y Manzanares como que se quedó en el callejón |
Ponce, incrédulo, sintió como la plaza se le vino encima |
Los llenos estuvieron a cargo de El Juli |
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Y Pablo Hermoso de Mendoza |
Leonardo Hernández hizo su debut |
Actitudes, hechos y "triunfos" |
Que cuestionan la categoría real de la Monumental |
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Ellos también hicieron parte de la temporada |
Unos con destacadas actuaciones |
Pero no todos fueron ovacionados |
También les tocó limpiar el ruedo de las cojinizas |
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El servicio de plaza siempre puesto y presto |
Algunos porteros resultaron lesionados con los saltos de los toros |
Por eso también se encomiendan |
Y de pronto, hasta torean… en el callejón |
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Como ganadero salió a hombros. ¿Cómo empresa? |
Y a las autoridades, se les fue completamente de las manos |
Premios en exceso |
Y encierros completos de banderillas negras |
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La Banda de Música merece una diana por su actuación domingo a domingo |
También hubo reconocimientos |
Y algunos que parecían vándalos merodeando |
Y Humbert, nuestro reportero gráfico, homenajeó a Padilla |
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Fotos:
Luis Humberto García |
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