Si en el análisis previo de la feria, dijimos que San Fermín se caracteriza por realizar el culto al “toro”, debemos decir a posteriori, quiere seguir siéndolo, debería de mejorar algunos aspectos, que a continuación les detallaremos. En primer lugar y a simple vista, podemos decir que resulta realmente complicado, el ver una corrida de toros completa y que nos llenara plenamente, es verdad que hemos tenido algunos animales interés de José Escolar, Jandilla, Victoriano del Rio, pero ningún de ellos nos termino de satisfacer plenamente.
Creo que lo primero que debe hacer la Casa de Misericordia, es una restructuración de las ganaderías que escogen al inicio del año. No puede ser que siga deseando algunos hierros, a pesar de su fracaso continuado en este abono. También debemos decirle que debe abrir el abanico de encastes para ser mas representativa la variedad, lo que no puede ser, es que el 80% de los toros que salgan de chiqueros, sean de procedencia Domecq. Teníamos esperanzas en el regreso de Cebada Gago, después de tres años de ausencia, en la que puede considerarse plaza que más se identifica con ella, pero no estuvo a la altura.
Se ha premiado como el encierro más completo al hierro madrileño de Victoriano del Rio. Fue una corrida que prácticamente paso desapercibida por el tercio de varas, fueron un clon del toro moderno en el que únicamente se valora su “toreabilidad” (que palabra más horrorosa) para el último tercio y que se deja cortar innumerables orejas. Pero que no dan ningún síntoma de casta, raza o bravura, que es lo que verdaderamente llega a los tendidos. Desde mi más humilde punto de vista, una corrida, en la que a la mayoría de los animales se les pasaporto con dos picotazos miserables, no debe ni ser candidata a recibir el premio.
Resulta curiosa la diferente forma de valorar este premio con las diferentes personas con las que he podido hablar. Dentro del jurado que los otorga, hemos podido que ha existido unanimidad, sin ningún tipo de discrepancia. Por el contrario, hablando con aficionados de reconocido prestigio, todos me dicen que el literalmente “bochornoso” la concesión de este premio. La gente no tiene nada más que darse un paseo por las redes sociales y ver lo que la gente opina.
Y el tradicional premio “Carriquiri” al toro más bravo, a un del hierro de Jandilla. Un animal al que las cuadrillas, se las vieron jodidas, para que pudiera recibir los dos picotazos que le propinaron. Lo que pasa que en la muleta tuvo esa bondad y nobleza, que desean los toreros. Bochornoso mire por donde se mire.
Una feria para mí en la que no se valora el tercio de varas, para mí no merece tener el reconocimiento de Feria del Toro. Si nos paramos a hacer memoria, solamente nos quedamos con la pelea realizada en los del castoreño algunos animales de José Escolar y Cebada Gago. Algo que me preocupa mucho.
Por no hablar de la actuación lamentable de la gente que se subió a los palcos, totalmente incultos en materia taurina y que no merecen dirigir un espectáculo como este. Se han dado a tres toros la vuelta al ruedo (Fuente Ymbro, Victoriano del Rio y El Capea) este último para rejones. ¡ A quien quieren engañar!.
En el apartado ganadero yo he tenido mi propina decepción. Esperaba mucho del debut de la ganadería salmantina de Pedraza de Yeltes en la Feria de San Fermín. Pero salió un encierro, prácticamente vacío de contenido. Ya me empieza preocupar, porque también le tenía depositada mi confianza en San Isidro y en la corrida de la prensa, tampoco estuvo a la altura.
En los espadas actuantes, los premios se los llevo el peruano Andrés Roca Rey, la que apuntábamos como joven promesa. Debemos decir que si su paso por Madrid, a excepción de su primera actuación se le hizo duro, en San Fermín se metió al público desde el inicio en los bolsillos y salió en volandas las dos oportunidades que tuvo de hacer el pasillo. Demostró entrega, raza, disposición. Es verdad que puede gustar más o menos, o ponerle muchas pegas. Pero lo que no podemos dudar y es indiscutible es que sale a jugarse la vida, todas las tardes, un compromiso que debemos reconocerle. Tampoco podernos dejar de pasar, que algunas de las apéndices dadas, pudieron resultar un pelín excesivas, pero este beneplácito presidencial ha estado a lo largo de toda las tardes. No se puede conceder el doble trofeo, después de matar a un bajonazo
Pero si tenemos que valorar la mejor faena de la tarde, la más completa, resulto la de Alejandro Talavante. Una que lamentablemente no pudo ser rematada con los aceros y se tuvo que conformar con dar una vuelta al ruedo, de muchísimo peso. Debemos destacar la temporada que está realizando el espada extremeño, sale relanzado del primer puerto de montaña superando Madrid y Pamplona.
Junto con Andrés Roca Rey, el otro espada que consiguió salir en volandas fue el madrileño Julián López “El Juli”. Que continúa exhibiendo, para mi su tauromaquia ventajista y modernista, que se viene desarrollando en estos últimos años. El día 12 con la corrida de Victoriano del Rio, se le premio con las dos apéndices en el quinto de la tarde, una hubiera estado más que suficiente.
No me dejo mala sensación detalles de Sebastián Castella, Juan Bautista e incluso Eduardo Dávila Miura que decidió volver al coso pamplonica para matar el hierro de la familia cuando se cumplían 50 años lidiando ahí. Mis reconocimiento tanto a Rafaelillo y Javier Castaño maltratados por el palco, después de ver la forma de actuar otras tardes en la que la lluvia de orejas fue la tónica general. Curro Díaz por el valor que tuvo de hacer el paseíllo, al día siguiente de su trágica tarde en Teruel. Y a Javier Jiménez, por dar muerte a una corrida muy dura y exigente de Cebada Gago.
El que resulto triunfador el año pasado en este coso Alberto López Simón, tuvo su recompensa y este hacia doblete. Pero no nos podemos engañar y debemos decir que está atravesando un bache, después de su paso por Madrid y Pamplona, El sabrá que es lo que le pasa, ya que los aficionados esperamos muchísimo más de el.
Me puede llamar pesado o lo que ustedes quieran. Pero vuelvo a reiterarme que la gente que se suben al palco presidencial, deben de ser aficionados a los toros y tener unos mínimos reconocimientos. Aparte de dejarse asesorar por los dos asesores que tienen a sus lados. Sino convertimos los toros, en una verbena horrorosa, como a sucedido por momentos este año aquí.
En definitiva, con este artículo solamente he querido dar mi punto de vista, sobre lo visto en la recientemente terminada Feria de Pamplona. Con esto no quiero imponer mi criterio ni mi forma de pensar, lo único que quiero el poner varios termas encima de la mesa, para que nos sirva para la reflexión y análisis y cojamos el toro de los cuernos. Pamplona no puede convertirse, en una plaza en la que lo único importante sea charanga de las peñas y las meriendas abundantes que se toman en el cuarto todo, me daría muchísima pena.
No quería olvidarme que la lamentablemente la muerte del espada segoviano Víctor Barrio, marco mucho a la Feria de San Fermín. No era lo mismo torear después de aquel 9 de julio, los toreros ya no tenían el mismo animo, entre los aficionados no se hablaba de otra cosa, incluso los diestros a la mínima que podía realizaban el mas mínimo gesto de cariño hacia el espada de Grajera. Debo decir que uno de los momentos más emocionantes que yo recuerdo fue el minuto de silencio que se vivió el domingo 10 de julio, con la marcha “El Silencio” interpretado a toque de trompeta por una de las peñas de los tendidos de sol, puso realmente los pelos de punta a todos los presentes.