Como ya os pude decir en un artículo anterior, a pesar de que el Tribunal Constitucional nos diera la razón con la prohibición de los toros en Cataluña, no iba a ser nada fácil volver a presenciar una corrida de toros en la Monumental de Barcelona.
Existían muchísimos intereses contrapuestos y la pasividad de todos los sectores de la fiesta era muy grande. Pero si nos falta alguna razón mas, para dudar de ello, son las últimas declaraciones del propietario del coso, Don Pedro Balaña, negando prácticamente la posibilidad de celebración de algunas corridas de toros.
Doy por hecho que todo lo que iba a suceder, Pedro lo que tenía todo muy bien previsto, teniendo todo bastante bien pactado y hablado. En este asunto había muchos intereses contrapuestos y también mucho dinero de por medio. Pedro pudo acojonarse y no tiene miramientos en traicionar su propia historia y la de su querida saga familiar que tanto lucharon por la tauromaquia. Parece que ahora el negocio lo tiene en otras esferas o en otros ámbitos.
Partiendo de las mismas situaciones que por ejemplo la vivida en la Santa María de Bogotá, con prohibición de toros, tiempo sin celebración de espectáculos, sentencia favorable de los tribunales. Luego las dos líneas se separan y tenemos dos situaciones muy diferentes.
Tiene que ser fuerte la presión que haya recibido la familia Balañá, para en lugar de no realizar declaraciones “lavándose las manos”, haya sido tan tajante en su afirmación de que ahí no se volverán a celebrar espectáculos taurinos. O aun manteniendo la propiedad del coso, cederle a través de un alquiler, por un precio establecido, a una tercera persona para que se encargue de gestionarla, sin necesidad de figurar ellos en ninguna parte. Esto ya sucedió los últimos años de esta plaza, con la Casa Matilla.
Me da pena que los aficionados a los toros, estuviéramos confiando bastante en que la familia Balañá estaría de su lado. Todos los que han luchado por la reapertura de la Monumental en estos últimos años, de manera totalmente altruista y sin ningún beneficio o interés, solo el amor por la tauromaquia, ahora escuchan a Pedro Balañá y se deben estar echando a llorar.
Ojalá alguna vez pudiéramos saber si ha recibido algún tipo de amenazas o miedos. Pero no creo que suceda así, ya que cuando se produjo el cierre del coso en el año 2010 o cuando se produjo el esperpento del Parlamento de Cataluña, no han tenido la dignidad de realizar ningún tipo de declaración, ni tampoco se les espera ahora. Que la crispada e incierto escenario social y político de Cataluña invite a la prudencia, no debería significar la renuncia a ejercer derechos inviolables reconocidos en el Constitucional.