Les ofrecemos hoy un ‘artículo’ muy especial. Más bien, como podrán comprobar, se trata de un resumen, una redacción, que encargué a mi sobrina-nieta María, de nueve años de edad, tras presenciar su primer festejo taurino en la plaza de Las Ventas. Estoy seguro que la frescura y la sencillez con la que hace el relato les va a cautivar. Una experiencia para ella, sin duda, pero también para todos nosotros que llevamos años viendo corridas de toros y que hemos perdido la inocencia con la que se puede estar en una plaza. Un texto para refrescarnos tras todo el serial isidril.
Antolín Castro
María atenta a lo que pasaba en el ruedo el pasado día 30 Introducción:
El día 30 de mayo de 2017 fui a la plaza de toros de Las Ventas a las 19:00 h.
Fui con mi tío Antolín, con mi hermano y con mi padre.
Estos fueron los toros de la corrida:
1ºT. -Venturoso
2ºT. -Caramelo
3ºT. -Rápido
4ºT. -Boticario
5ºT. -Tremendo
6ºT. -Brasileño
El primer torero se llamaba Leo Valadez y tardaba mucho en matar a el toro.
El segundo torero se llamaba Diego Carretero y el tercero Andy Younes.
Por cada toro había, además, unos cuantos señores parecidos a toreros que cansaban al toro, a uno de ellos se le cayó la capa intentando espantar al toro.
Los toreros tenían una espada muy finita cada uno.
El toro iba a por el picador y a uno casi le tira, los caballos que les llevaban tenían protecciones que parecía que no protegían. Los picadores llevaban como picas, que eran como lanzas muy gordas y largas, el toro sangraba mucho con ellas.
Los toreros, cuando mataban a los toros llevaban la capa roja.
A mí me daba mucha pena que mataran a los toros.
Ahí no matan a animales como en el matadero, sino que les matan majestuosamente porque son animales bravos.
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