Otra cosa que tampoco me entra en la cabeza y no sé por qué la Comunidad de Madrid permite esto. Es que desde mediados del mes de junio hasta el 15 de agosto, no se celebre ninguna corrida de toros. El verano madrileño siempre a lo largo de su historia, ha servido para lanzar a dos o tres toreros y ponerlos en el boca a boca de los aficionados. En la actualidad hay muchos matadores de toros que se encuentran con muy pocas oportunidades y apuntan maneras, pero no ven opción de abrir camino, por lo que Madrid debería ser su trampolín. El escalafón necesita ser renovado, estamos ya cansados de ver casi siempre los mismos carteles, en las principales ferias. Lo ideal sería dar novilladas nocturnas jueves o viernes y corridas de toros todos los domingos del verano, como siempre ha sido.
Según he podido sacar en conclusión, la idea de Simón es intentar eliminar el verano de Madrid, reduciendo nuestra querida plaza de temporada a la Feria de San Isidro, Feria de Otoño y días puntuales. Solo les interesa llenarse bien los bolsillos y olvidarse, del resto. Esto ya lo consiguieron en plazas como Zaragoza o Sevilla, esperemos que aquí no pase lo mismo. No habrán valorado la gran cantidad de profesionales, ganaderos, aficionados y empleados que se benefician de que Madrid siga siendo un coso abierto todo el año. Este se han conseguido meter seis o siete mil personas en las novilladas nocturnas, si invirtieran un poco más en difusión y publicidad, esta cifra crecería bastante. ¡Ya quisieran otros espectáculos tener esta asistencia!. Madrid es plaza de temporada y por el bien de la tauromaquia, debe seguir siéndolo.
Se nos insistió bastante, en que la Feria de Otoño iba a constar de diez espectáculos. Y de eso nada, finalmente se quedó en una novillada y cuatro corridas de toros, nada diferente a lo de años anteriores. Con un adelanto de un festejo de rejones, el domingo anterior que para nada venía a cuento y quedó demostrado en la paupérrima entrada que se registró en el coso de la calle Alcalá.
A todo esto no quiero quitar la cuota de responsabilidad que tiene la Comunidad de Madrid. Que en su momento sacó a concurso la plaza, con un pliego de condiciones y no ha salvaguardo el cumplimento de ello. Ha permitido que “se saltara, a la torera” muchas exigencias o promesas que hicieron ellos que luego no han llevado a cabo.
Pero vamos a terminar con un buen sabor de boca y vamos a decir cosas que ha hecho bien y que tienen todo mi reconocimiento. Han atendido a la diversidad de encastes que pedían algunos aficionados, se ha abierto el abanico de sangres, no reduciéndolo todo al encaste Domecq. Esta variedad de encastes, se ha producido sobre todo a lo largo de los festejos de la temporada, en San Isidro debemos de reconocer que salvo raras excepciones como Rehuelga y poco mas, hemos acabado saturados de siempre lo mismo.
Me ha encantado la programación del mes de septiembre, con tres desafíos ganaderos de un gran nivel y con hierros de muchísimo interés. Ojalá en años siguientes podamos seguir disfrutándolo y si puede ser en mayor numero mejor todavía. Lo que si he echado en falta, es una corrida concurso de ganaderías que nos prometieron para la Feria de Otoño, que finalmente no se ha celebrado.
Y otro punto positivo, es el aspecto de descuentos y ofertas, de las que se han beneficiado los abonados a lo largo de la temporada. Este año el acudir a los toros, ha resultado mucho más barato que en años atrás, sobre todo en la Feria de San Isidro. Lo que sí que deberían estudiar para años siguientes, es como va a afectar la bajada del IVA al precio de las localidades.
Con esto he querido realizar un análisis en profundidad de lo que ha sido el primer año del Productor francés, al mando de la plaza de toros de la capital de España. Esperemos que tenga en cuenta las cosas que tiene que mejorar y que las cosas bien hechas las siga llevando a cabo.
En este análisis no he querido hablar nada de las próximas reformas que se prevén en el coso, ni de la imposibilidad para realizar conciertos u otra serie de espectáculos, entre otros muchos aspectos. Me he querido ceñir únicamente a lo puramente taurino, que es lo que realmente me gusta e interesa.
Primera parte