En la fiesta de toros, se le da el nombre de muleta al instrumento de torear que consiste en un paño o tela de color rojo con el que el torero templa y encauza la embestida del burel durante el último tercio de la lidia.
Va montada sobre un palillo de madera de haya, llamado estaquillador, que le da forma y la sostiene. Es una herencia del lienzo o sábana blanca que se usaba en la primitiva tauromaquia. La muleta también se la conoce con otros nombres tales, como franela, pañosa, muletilla o lienzo.
Su tamaño puede variar según la envergadura y gustos del matador (se dice que Manolo Martínez usaba una muleta más grande que las normales), así como su peso y consistencia, en función de las circunstancias. Lo normal es que armada con el estoque, arrastre ligeramente por el suelo.
En días especialmente de mucho viento suele ser corriente el uso de muletas de doble forro para que al aumentar el peso aumente la resistencia al viento.
Se debe distinguir del capote, de color rosa, utilizado en los dos primeros tercios de la corrida.
El capote tiene mayores dimensiones y es más difícil de utilizar al requerirse las dos manos. No obstante, si se alcanza gran destreza el lucimiento puede ser igual o superior que con la muleta. Se dice que las orejas se ganan con la muleta… pero se cortan con el estoque…
La muleta instrumento indispensable y artístico en la lidia de toros bravos.