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El diestro nacional hizo gala de la letra de una canción de su región natal que dice “Yo soy huancaíno por algo, escuchen bien amigos míos…”, y es que el matador en el viejo coso del Rímac, se entrega total y abre el cofre de sus buenas condiciones aprendidas a través del tiempo. Cortó una oreja en cada toro y la Puerta Grande en medio de las ovaciones y el sonido de una marinera, fue el colofón de la primera corrida de abono de la Feria Taurina del Señor de los Milagros versión 2018. Sus compañeros de terna Diego Silveti y Román, salieron a pie.  Juan Carlos Cubas en volandas de los entusiastas Con algo menos de media plaza y en tarde soleada, se lidiaron seis toros de la ganadería de Aníbal Vásquez Nacarino, bien presentados en peso y lámina, que fueron buenos en líneas generales con diferentes matices en la escala de bravura, pero todos tuvieron embestida, y pudieron ir al desolladero sin las orejas de no ser por la espada.
Juan Carlos Cubas, oreja y oreja
Diego Silveti, silencio y palmas
Román, silencio y oreja.  Inmenso derechazo de el huancaíno Cubas  Diego David Silveti todo un heredero de la casta taurina familiar  Román con la oreja que cortó en Acho al que cerró plaza Apostillas.- Se dio por primera vez en Acho una doble confirmación, no estando contemplada la reglamentación en forma específica se saltaron los turnos de antigüedad con permiso de la autoridad competente. Entre quinto y sexto toro se toca una marinera, está vez la Banda Juventud Coracora interpretó “Sol de Paiján” en homenaje al fundador de la familia ganadera de los Vásquez de Paiján. Un buen puyazo de Ángelo Caro y se desmonteraron tres subalternos tras la colocación de los palitroques.
Fotos: Rafael Morán
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