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Cuando estas letras vean la luz se puede asegurar que la temporada española ha echado a andar. La localidad, cercana a Madrid, de Ajalvir habrá celebrado festejos en los últimos días de enero y estamos a muy pocas fechas de comenzar la más conocida feria de Valdemorillo. Luego dos acontecimientos tendrán lugar en la plaza madrileña de Vistalegre, con lo que febrero adquiere más nivel.
Antes de que acabe febrero se habrán abierto las puertas de la plaza de Castellón y casi sin solución de continuidad en esa misma plaza y la cercana de Valencia comenzará la parte más gruesa de lo que ha de ser la temporada, esa de 2016, de la que todos esperan que se produzcan cambios beneficiosos para la Fiesta.
A partir de ahí, la Semana Santa adelantada este año propiciará la apertura de Las Ventas y de Sevilla y entonces se podrá decir que todos estaremos metidos en el ajo.
¿Será verdad que habrán cambios? Por lo que se ha visto en los carteles ya anunciados, esos cambios, mínimos por otra parte, se refieren a dar entrada a un par de toreros. Sólo dos, López Simón y Roca Rey, parecen los elegidos para que se visualicen cambios en los carteles. No parece que haya hueco para muchas otras novedades.
Padilla, Fandi, Paquirri, Cayetano, entre otros, son, al parecer, las caras nuevas que deberemos seguir viendo. A ellos no se les acaba nunca el crédito que les tienen concedidos los empresarios.
Pero siendo eso muy poco cambio, menos lo es en cuanto a los toros, a las ganaderías que se anuncian. Del sota caballo y rey no se sale y de ese modo es muy difícil que se salga de la rutina y la falta de emoción establecida, no olvidemos que es el toro, en su diversidad de encastes, el que proporciona la verdadera vida de la Fiesta.
Seguiremos donde estábamos, el cambio será que algún torero nuevo empiece a ganar dinero, pero en cuanto a los aficionados seguiremos esperando; eso sí, preparados… listos serán los de siempre.
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