La temporada 2016 es, sin duda, diferente a todas las anteriores. Sin que se produzcan cambios en lo que se refiere al toro, a las ganaderías, a los encastes, sí lo es en cuanto a los nombres de los toreros que se anuncian en los carteles.

Las figuras siguen ocupando los puestos que han venido ocupando en años anteriores, digamos décadas que cuadra mejor. Nadie los va a echar de ahí mientras el sistema sea el mismo y ellos mantengan la misma regularidad de triunfos -con los toros que matan- a la que nos tienen acostumbrados. Ese grupo, las figuras, están y estarán en todas las ferias en esta temporada.

Los jóvenes también están teniendo su sitio, que intentan aprovechar a marchas forzadas. López Simón, Garrido y Roca Rey no paran de alzarse con triunfos allá donde actúan. En ellos han confiado el cambio las empresas y son los encargados de apretar a las figuras, eso sí, sin salirse del guión del mismo toro.

Los nuevos están a punto de llegar, en mayo, y esos son los líderes del escalafón inferior a quienes se les concederá la alternativa en la próxima feria de Pentecostés en Nimes. Ginés Marín, Álvaro Lorenzo y Varea es muy posible que se sumen a los que quieren disputar el puesto a las figuras. Para ello hace falta que las empresas cuenten con ellos. Simón Casas ya lo ha hecho anunciando en Nimes sus alternativas.

Pero quedan otros grupos, uno de ellos le podemos llamar el de los recuperados. Toreros con años de alternativa y que últimamente vienen demandando, exigiendo, que se les preste atención. A los casos de Urdiales y Morenito de Aranda en el pasado año, se ha sumado recientemente Curro Díaz en Madrid y es cierto que deben ser atendidos por las empresas. Es más, entre los tres forman una terna muy, pero que muy apetecible para los aficionados.
Entre todos los citados, y otros que se puedan incorporar, es seguro que la temporada puede moverse por otros derroteros, pero no debemos olvidar que es el toro el principal protagonista de la Fiesta y en este aspecto nada se mueve.

Una parecida incorporación como la de los matadores, una renovación como la que se está obrando en el escalafón debería de hacerse. Solamente cuando compitan todos ellos con todos y cada uno de los encastes, estaremos seguros de que el toro pone a cada uno en su sitio. De momento, solo sabemos que son los empresarios los que los ponen… con los toros de siempre.