Fermín Rivera, un gallo del toreo clásico

-Fermín, este décimo aniversario de alternativa lo has querido marcar de manera especial. Desde luego como fecha tiene su relevancia, pero quizá lo más importante es el punto en el que está tu  carrera.

Sí, son 10 años de alternativa y para mí es un gusto poder llegar a este punto en un nivel bueno y en el ambiente de la afición. Cumplirlos y realizar un sueño que era encerrarme con seis toros en mi tierra fue algo muy bonito y muy importante para mí.

- Al llegar a este punto de tu trayectoria como torero, ¿cómo defines hoy ‘Diez años como matador de toros’? ¿cómo los llevas?

La verdad ha tenido sus complicaciones; sus días mejores y días peores. Sin embargo, lo importante es que estoy muy contento de lo que hasta ahora he logrado. Puedo decir que no se me ha regalado nada, sino que ha sido ganado con el esfuerzo que he puesto durante todos estos años delante de la cara de los toros. Estoy orgulloso de que la base ha sido la afición y las ganas que tengo de sobresalir en esta carrera; querer ser torero que es lo que más me apasiona.  

Todos han sido años de lucha. Han habido momentos que parecía que no se abría la luz. Después de diez años de matador, sigo en lo mismo, con toda la fe puesta en que me podré colocar en el lugar que anhelo y me interesa estar.

El festejo con sueño cumplido: La encerrona en el 'El Paseo-Fermín Rivera'

-No todos los seres humanos viven con tanto orgullo lo poco o mucho que han construido en lo profesional o lo personal. Tú lo has dicho, y me parece que no podríamos contradecirte: nadie te ha regalado nada. Eso es mucho para vivir con esa satisfacción.

Quizá la gente de fuera, pensará que viniendo de una familia de toreros, de figuras del toreo, se te pueden facilitar las cosas para hacerte el camino más sencillo. En mi caso no ha sido así. Pueden haber otros que sí han gozado de ese privilegio, pero repito, para mí no ha sido así. Se me ha tomado como cualquier otro torero  y también lo agradezco; que me midan por lo que yo represento, lo que yo soy y lo que yo he hecho. A su vez, que no me quieran comparar, o se me quiera ayudar de una manera distinta solo por la familia de donde vengo.

Han sido años que no he tenido la ayuda de estas dos figuras de mi familia que menciono: mi tío y mi abuelo. En el momento que yo decido ser torero, ellos ya no estaban con nosotros. Por supuesto he tenido la fortuna de contar con gente que me ha apoyado en mi carrera, pero creo que me lo he ganado por cuenta propia.

 

La México lo ha sacado a hombros y mejor aún, lo ha visto torear

-Si habláramos de ciertos momentos, icónicos, anécdotas, de buenos recuerdos o no tan buenos, ¿cuáles eligirías?

Obviamente he tenido momentos duros, sobre todo esos en los que no toreaba. No te puedo decir alguna anécdota o algo muy concreto. Han habido etapas complicadas, pero al mismo tiempo, siempre he tenido el apoyo de mi gente.

En las buenas y en las malas, me he refugiado mucho en la ganadería de mis abuelos con la idea de seguir metido en el toro, pensando y soñando que pueden haber momentos mejores. Creo que el toreo es así, y de un momento a otro, te cambia para bien o para mal. Por eso la virtud o la fortaleza te la dan estar preparado y mentalizado con que lo mejor puede llegar, que ese cambio para bien, puede llegar más pronto de lo que parece.

-Fermín, yo siempre he creído que la vocación es una de las mejores aliadas en la vida. La vocación la que te saca adelante, vengas de donde vengas, te ayuda a creer en tí. En el caso de los toreros también es indispensable. En ti hay vocación de torero, y si bien proceder de una familia de dinastía no te ha dado privilegios extras, venir de una familia de toreros y del toro sí ha contribuido en tu formación

Sí, coincido. Lo que hay que tener en la vida, para lo quieras entregarla, es vocación. Vocación, afición y pasión por lo que hagas. Independientemente de los apellidos que tengas, lo que te saca adelante, es lo que tú piensas y lo que tú sientas.

Cada uno, es diferente, tendrá sus cosas particulares, unos tendrán algunas que le afecten más o que tenga que superar y otros no, pero lo que siempre te ayudará a salir adelante, son las ganas y la ambición de querer sobresalir y dejar huella. En mi caso, donde yo quiero ser alguien es en el mundo del toro porque es lo que más me apasiona.
 
-Hablando de dejar huella, si te pidiera que hicieras una lista de deseos para lograrlo, ¿qué eligirías, más allá de querer ser figura del toreo, o triunfar en todas las plazas y ese tipo de cuestiones que se sobrentienden?.

Yo diría que primero, depende la vara con que se mida. Cada quien mide el éxito de manera distinta. Cada quien tiene en su mente hacia dónde quiere ir y a dónde quiere llegar.

A mí me importa mucho disfrutar el camino. Hacia donde llegue, no estoy seguro dónde será exactamente porque el futuro es impredecible y las circunstancias pueden variar. Estoy convencido que lo importante es disfrutar cada momento, disfrutar cada que yo me puedo vestir de torero, que para mí es una gran satisfacción.  Para mi es un orgullo poder disfrutar de mi profesión. Eso es lo más grande.

Lo que a mí me interesa es el trascender, en el tiempo y en los aficionados; que son a quienes les apasiona lo mismo que a mí. Eso depende del sentimiento que se tenga, lo que vayas construyendo en el ruedo, eso que se queda en las pupilas y en el alma de la afición. Trascender para que años después, se puedan seguir recordando mis faenas y puedan volver a vibrar. Eso que aún con el paso del tiempo no queda en el pasado. Eso es lo bonito.

Una foto que le gustó a Fermín

-Y de ahí viene, seguramente, lo que muchos aficionados disfrutamos; creo que no hay alguno que no recalque el que seas fiel a ti mismo. Todos en la vida necesitamos asegurar en lo mínimo la parte material; y vencerse ante la necesidad de resultados inmediatos es a veces más fácil de lo que se cree. Sabemos que lo difícil es mantener, con el paso de los años, lo que está desde tus inicios, desde casa, en tus sueños de entonces y los de ahora; en tu caso trascender y no dejar de creer en ti.

Así es, como tú lo mencionas, viene de casa. También es cierto que en lo personal siempre he querido ser así, fiel a mí, a mis ideas. Sin embargo, también con la humildad de querer aprender siempre, de saber escuchar a la gente a quien se le tiene fe, confiar en ellos, esa gente que uno sabe te puede ayudar a crecer en lo técnico y alimentar en lo artístico. Creer en uno mismo y estar abierto en mente, cuerpo y alma a recibir de quien sabes que te va a aportar.

Y en el otro caso es también lo que uno cree. Como aficionado a mí me gusta ver el toreo puro, el toreo clásico. Obviamente, como torero es el que intento hacer; unas veces saldrá mejor, otras no tanto , pero es el que yo quiero realizar delante de la cara de los toros. Todo ello debe tener como soporte el sentimiento personal que se lleva como torero. Se debe tener técnica, trabajar en ella, pero al final lo que trasciende y hace vibrar al aficionado es ese sentimiento. Eso que uno lleva dentro como torero y  fluye, porque es lo que permite que el público reciba lo que uno hace en el ruedo, en sus asientos y así, esté vibrando junto con el torero y el toro. Esa es una de las sensaciones más bonitas que forman parte de la fiesta de los toros .

Yo trato de ser fiel a lo mío. Se que eso, el no salirme de lo que yo creo puede complicar más la situación. Sin embargo, eso ha sido base de estos diez años, lo que me ha permitido dejar una huella. El público me ha ido identificando de una manera de hacer el toreo. Hoy en día hay un cierto sector de aficionados que ya piden, y se decantan por mi forma de interpretar el toreo.

-Hablamos hace un momento de formación, y con lo que mencionas, otro elemento importante es la retroalimentación. Si en la plaza la afición, el torero y el toro se retroalimentan, también te nutres, de ti mismo como aficionado, de los profesionales.

Sí, es básico para cualquier profesional estar aprendiendo, escuchando. En el toreo creo que es vital escuchar a los que han sido importantes, a los que han vivido la grandeza de esta fiesta, porque por algo lo han hecho y por algo han estado ahí tantos años. Es importante que uno como joven se acerque a estos toreros, ganaderos, aficionados, a esa gente que ha ido trascendiendo a otras épocas del toreo, que han vivido algunos otros momentos, que han convivido con aquellos toreros que le han dado gloria al toreo en el mundo. Como profesional uno tiene que estar abierto a escuchar y si es posible a ver. Como artista es bonito y muy necesario  el estarte empapando y sensibilizando mucho.

Y una que nos gusta a nosotros

-Otra cualidad entre varias que son constantes en ti, es la torería. Parecería que es inherente a todo el que se viste de luces, pero no; porque no es nada fácil, porque es un privilegio -creo yo ¿De dónde viene la torería de Fermín Rivera?

Yo creo que eso se debe de traer. Si no lo traes es difícil el conseguirlo. Uno se sentirá torero de una manera distinta a otro, depende de la personalidad de cada quien. Yo intento interpretarlo y ser lo más puro y honesto posible delante de la cara del toro,. Busco siempre ser yo mismo y que la gente así lo vea.

Obviamente si ya tienes algo que le agrada a la gente y le transmites, vas por ese camino. Si no lo traes y quisieras que te lo enseñen sería muy difícil.

-¿Y cómo se cultiva? ¿Qué o cómo se hace para mantenerla y respetarla?

Yo creo que se trata de vivir en torero, de vivir pensando en el toro. Es importantísimo.

El cultivarla es lo mismo que ya mencionamos. Escuchar a la gente que ha vivido otras épocas del toreo, otros artistas de otras disciplinas o ámbitos. A través de la música o leer, por ejemplo. Todo eso en conjunto hace que tú también trasciendas como profesional y como artista. Eso también te hace tener una personalidad.

-Buscas trascender, dejar una huella en la historia y en cada aficionado.  Marcar como lo han hecho otros toreros en otros tiempos y en estos también. En el sentido práctico o estratégico, ¿cómo es el planteamiento de tu carrera ante el horizonte o la plena necesidad de exportarse para ser hoy un torero importante en este sentido?

Desde luego, todos los profesionales y los que nacimos de este lado queremos siempre dar ese salto hacia España como cuna de la fiesta. Por supuesto lo tengo visto y tengo muchas ganas de poder ir a confirmar. Se que la situación es complicada para un torero relativamente desconocido para el medio taurino español, y más aún, para dar ese gran salto e intentar una campaña más larga. Se que lo tengo que ir a buscar es meterme para confirmar; no es nada sencillo por la cantidad y calidad de toreros que hay allá. Tampoco es imposible. Mis apoderados y yo hemos estado haciendo lo necesario con vistas al próximo año. En ello hemos estado trabajando estos últimos años. Primero ir a conocer el medio taurino de allá, empaparme yendo al campo, conocer cómo se mueven todas las cosas ahí, las diferencias a lo que uno está acostumbrado.  Más o menos así hemos llevado este proceso, pensando en que lo podamos conseguir próximamente. Lo estamos forzando en alguna medida. Sabemos también que depende de muchas circunstancias, pero tenemos fe y seguiremos trabajando para que se pueda realizar.

-Finalmente, tras estos diez años de alternativa, hay un buen camino recorrido del que como dices, te sientes orgulloso. Con este respaldo, y aún con todavía muchos alcances, hoy día, en este punto ¿te sientes pleno, o has tenido un toro una tarde que te haya hecho sentir así?

Eso es lo que en los últimos años, sobre todo en la plaza que yo creo más te da y la que puede quitarte más que es La México, he anhelado. Tengo todas las ganas y la ilusión de que me salga un toro que me pueda hacer ver a plenitud, con el que pueda mostrar aún más mi tauromaquia y mi sentimiento delante de un toro. Por una u otra razón no ha salido ese toro con el que me gustaría que la afición me viera pleno. Me han salido toros que han tenido condiciones de embestir, pero siempre un poquito a contracorriente. Y sí, lo deseo.

Hasta ahora hay dos toros que ya me haya hecho sentir este tipo de cosas. Primero mi último novillo en la Plaza México, en 2005, un novillo de Marco Garfias. Entonces era mucho más inexperto y nuevo, pero en ese momento sentí y vibré de una gran manera. Después el toro que indulté en San Luis Potosí en el 2010. Fue otro momento muy bonito para mí, lo disfrute y fue el repunte que me ayudó a que el público se fijara otra vez en mí .

Han habido otros momentos que también he disfrutado, pero ese momento que te abandonas, que te pierdes, que uno deja de pensar más en la técnica y te entregas con el sentimiento y lo que uno trae por dentro, deseo que pronto se de y que pueda ser en la plaza más grande del mundo, que es La México, que es también en la que estoy centrado para que pueda darme ese realce y me coloque más cerca de donde quiero estar.

Aquella tarde del doctorado hace poquito más de 10 años