Ficha del Festejo

En el día de ayer falleció en Guadalajara (México) El Brujo de Apizaco. Rodolfo Rodríguez El Pana. A eso se debe el titular. Ya hace algunos años y con motivo de su presentación en España, concretamente en el Palacio de Vistalegre, tuve la oportunidad de conocer a tan genial artista y conocer a un personaje fuera de serie, desde esos momentos surgió entre nosotros una amistad que fue creciendo en el tiempo, ya que compartimos tertulias taurinas radiofónicas, comidas, cenas y un sin número de actos sociales. Al recibir tan infausta noticia mi corazón se dolió mucho. Así que estas letras de hoy van dedicadas al torero y al entrañable amigo. Que Dios lo tenga en su Gloria. Va por Usted Maestro. Madrid le rindió un sentido homenaje con un minuto de silencio antes de deshacerse el paseíllo con toda la plaza en pie y con el grito de ¡Viva El Pana!.  

En el penúltimo festejo de los de a pie, celebrado en el día de hoy, la plaza registró un lleno a reventar eso era de esperarse, se lidiaba una corrida del ganadero de Galpagar D. Victorino Martín, triunfador absoluto como ganadero de la pasada Feria abrileña de Sevilla, que sería lidiada en Madrid por Uceda Leal, Miguel Abellán y Manuel Jesús “El Cid”, lógico y más que justificado estaba el llenazo.

Pero las expectativas levantadas por dicho acontecimiento, no fueron las esperadas y no por los pupilos de Victorino, que sí que colmaron el interés del aficionado, sino por la paupérrima actuación de los coletas; solo El Cid, que pareció recuperado fue el que mejor estuvo de la terna, saludando desde el tercio en el tercero de la tarde, uno de los mejores ejemplares del encierro y escuchando silencio en el último.

Uceda hoy ha estado perdido y le han pitado de lo lindo

Quien abría la tarde era el madrileño Uceda Leal, que no tuvo suerte hoy, ni siquiera con su fuerte que es la espada, como estaría el de Madrid, que en su primero recibió una sonora bronca monumental, en su segundo le apreciamos muchos fallos con el trapo rojo, como no quedarse quieto durante su labor y ya no digamos con los aceros, le llegué a contar hasta cuatro golpes con el descabello. Los años no pasan en balde y también van pesando.

Abellán doblándose con el de Victorino

En la segunda posición estaba otro de los madrileños también querido por la afición local, Miguel Abellán, que de inicio en su primero estuvo muy bien con el percal y mejor aun rematando con la media verónica, por ello escuchó palmas de los parroquianos. Con la franela se dobló muy toreramente. Siguió una tanda corta por el pitón derecho adoleciendo de transmisión; tiró de oficio y técnica para conseguir algún muletazo bueno con la otra mano, pero el Victorino se le vencía midiéndolo y marcándolo, lo más lógico era quitárselo de encima ya que el toro sacó peligro. Lo hizo de dos pinchazos y una entera arriba traserilla, que no surtió efecto y tuvo que hacer uso del de cruceta, por cierto muy certero.  El toro quinto fue aplaudido de salida y resultó bastante bueno, por ello escuchó palmas en el arrastre. Una lección de técnica nos la dio con el capote enseñando al burel a embestir. Crecido por los aplausos de los aficionados, se fue a la boca de riego para brindar al respetable. Iniciando faena con tres doblones poderosos, pero con la derecha se dejó enganchar el trapo, hasta que le cogió el punto, enjaretando tres redondos de buena factura rematando con el forzado, fue una pena que en un momento dado perdiera la muleta, también fue una pena que los naturales fuera de uno en uno, eso sí de buen trazo, estando por encima del animal, pero lo poco o bueno lo emborronó con las espadas.

El Cid recobró por momentos pasajes de su forma de interpretar

El mejor lote le tocó Manuel Jesús “El Cid”, como fue por ejemplo el tercero de la tarde que fue ovacionado camino del desolladero.  Con el percal le fue ganando terreno con mucho conocimiento y la afición le premio con palmas. También se lo sacó fuera con muletazos por arriba, logró ligar cuatro pases con la diestra arrastrando la franela por la arena, a más fue la segunda tanda y por la izquierda un par de naturales de buen trazo y destacando el forzado de pecho como remate, así se reencontró nuevamente con Madrid. También estuvo valiente al descararse ante los pitones del Victorino. Tomó la espada de verdad, entrando a matar derecho y dejando una estocada entera un pelín desprendida y el toro al suelo. Algunos pañuelos y saludo desde el tercio.  Incierto y complicado fue el morlaco que cerró plaza, por eso fue arrollado al torear por naturales y nada ya fue posible por las complicaciones que tenía, pero el de Salteras estuvo mucho más que aseado. Tuvo que saludar tras matar al bichito de una estocada entera pero otra vez desprendida.

Con la vara fue fuertemente ovacionado Juan Bernal, posiblemente haya sido el mejor tercio de varas de lo que va del serial, estaba a las órdenes del Cid. Y el único banderillero aplaudido fue Miguel Martín de la cuadrilla de Abellán. Al desandar el paseíllo, pitos para Uceda, palmas para Abellán y para “El Cid”.

Fue el festejo más corto de San Isidro, no llegó a las dos horas.