|
Con tres cuartos de plaza, se cumplió la corrida de toros, como segundo festejo de la feria “Nuestro Señor del Gran Suceso”, lidiando astados de la ganadería de Campo Bravo, de excelente presentación, destacando el sexto, por su casta y nobleza, en la coqueta placita “Raúl Dávalos”.
Juan José Padilla, silencio y dos orejas
Iván Fandiño, oreja y oreja
Álvaro Samper, oreja y dos orejas y rabo simbólicos al indultar un astado
El buen comportamiento, con sus pro y contra, de los astados de Campo Bravo y la entrega de los tres matadores, llenaron de emoción las aposentadurías de la hermosa placita de la taurina ciudad de Riobamba, ubicada a 150 kilómetros al sur – centro de la ciudad de Quito.En hombros los alternantes triunfadores La presencia del diestro Juan José Padilla, elevó el entusiasmo del respetable, que vibró cuando recibió al primer astado, que lanceó con el capote, para luego vibrar cuando tomó los palitroques y, remató su faena, instrumentando hermosos muletazos. Pese a que el astado tuvo una alegre salida, poco a poco fue apagándose. El silencio fue su premio. Totalmente diferente la actuación del diestro con su segundo enemigo pues, lo recibió con lances de rodillas con el capote, se lució nuevamente con las banderillas en el segundo tercio, haciendo delirar a la parroquia, continuó de hinojos su manejo con la muleta y, finalizó la lidia del tercero, con tremendo espadazo. Dos orejas le concedieron por su desempeño.Padilla en desplante No quiso quedar atrás el diestro Iván Fandiño y, desde el inicio de su faena, trató de hacer lo mejor que pudo, pese a que le correspondió el peor lote. Los astados tuvieron serios problemas para el matador. Con su calidad y experiencia, fue eliminando cada una de las dificultades que traía consigo el astado y, tanto con el capote como con la muleta, demostró que podía más que su enemigo de turno. Una oreja, luego de una buena estocada. El segundo astado de Campo Bravo, hizo que el matador tuviera iguales o parecidas dificultades pero, gracias a su técnica depurada para lidiar como los que saben, pudo salir de apuros y rematar la faena con un gran volapié. Una oreja le concedió la autoridad.Derechazo de Fandiño El matador Álvaro Samper no se quedó atrás y, demostrando lo bien preparado que está, en este momento de su vida taurina -pese a sus pocas actuaciones, frente a lo que torean en el mundo taurino sus alternantes-, salió adelante y, enfrentó las dificultades de su primer enemigo, al que Samper le exprimió todo lo que pudo, con lances de su capote, con buenos muletazos y, además, lo mató bien. Una oreja fue el premio concedido por la autoridad. Pero, en el último de la tarde, salió un astado de nombre Sombrío, No 59, de 560 kilogramos en sus lomos, con el cual se lució a lo largo de toda su faena pues, se trataba de un gran toro, noble y encastado, al que lo entendió un torero sobrio que le exigió, bajándole la mano y ligando muy buenos muletazos, hasta que el grito de “indulto” se elevó en el ambiente, pedido que aceptó Usía, concediendo el indulto de este gran astado, que ahora irá a padrear a la ganadería que lo vio nacer. Al final, el matador ecuatoriano recibió dos orejas y el rabo simbólicos.Muletazo de Samper Los tres alternantes salieron en hombros de los aficionados, en medio del buen comentario por su actuación y, de la calidad en general, de los astados de Campo Bravo.
CORRIDA MIXTA
Con la presencia del caballo como protagonista, mañana se cumplirá una corrida mixta, en la que actuarán los rejoneadores Joao Moura y Álvaro Mejía, quien tomará la alternativa. En ese festejo, actuará además, el matador José Antonio Benítez, lidiando a muerte cuatro toros de la ganadería de Peñas Blancas y dos toros de El Pinar.
Fotos: Alberto Suárez |
|