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Consulte nuestra ficha del festejo. Conforme transcurrió el festejo,
la corrida de San Mateo, mayor atractivo original del cartel anunciado para
el pasado 13 de enero, cedió poco a poco su lugar de honor. Inicialmente
intervino el juego irregular de la corrida, y el desempeño mediano de los
lidiares. Posteriormente, el clima se robó el papel estelar de la jornada, y
finalmente Gerardo Adame dio el
golpe en la mesa. Así, bajo del aguacero, y con todo a contracorriente, el de Aguascalientes
se engalló, se encastó, e hizo una faena con la que se metió a la afición a la
bolsa. Por su parte, Federico Pizarro se
despidió muy decorosamente de la profesión, al tiempo que Fermín Rivera tuvo otra tarde con tendencia a la baja. La enésima despedida de la
temporada la protagonizó Federico Pizarro.
Poco hubo que verle al veterano capitalino con el primero de su lote. Ni él ni
el toro acabaron por entregarse, en una lidia muy mediana. Mató de pinchazo y
media estocada para taparse en silencio. El abreplaza de la icónica divisa rosa
y blanco se llamó Don Nacho –n. 745,
536 kg. –. La última de Pizarro El de la despedida fue un bonito
berrendo en cárdeno cinchado, bautizado Don
Gustavo –n. 751, 504 kg. –, se dejó de salida. Pizarro pudo consumar un
estupendo quite por caleserinas, sobresalientemente rematado con una revolera
torerísima, acompañando la embestida con el cuerpo. En la tónica de toda la
tarde, las cuadrillas estuvieron lejos de lidiar decentemente al burel, por lo
que una faena sobresaliente se antojaba poco probable. No obstante, Pizarro no
se amilanó, y salió como un chaval a buscarse las oportunidades de triunfo,
iniciando de rodillas vaciando por alto, y ejecutando después toreros doblones.
Tanto por el lado derecho como por el lado natural cuajó buenas tandas, con
momentos de mucha transmisión en los remates, así como en un soberbio
trincherazo que cuajó antes de una tanda por la diestra. El toro comenzó a
desparramar la mirada, situación ante la que no cejó su empeño el capitalino, que
culminó su labor de estocada delantera poco efectiva. Cortó una oreja, misma que
paseó bajo el bendito son de Las Golondrinas,
tal como la faena misma.
¡Hasta siempre, torero! Fermín Rivera tuvo una tarde cuesta arriba. No luce desenvuelto
frente a los toros, y el ambiente especial que había en torno a él en la Monumental
se está desdibujando. Encima de todo, agregue usted el mal lote que le tocó. El
segundo de la tarde, Don René –n.
756, 508 kg. –, fue un toro deslucido e incierto con el que Fermín no estuvo
mandón a pesar de estar firme. Le despachó con algunos problemas y escuchó un
aviso. Hizo quinto Don Diego –n. 750,
509 kg. –, soso y con menos de media embestida, con el que Fermín estuvo un
poco más mandón, pero sin romper. Comenzaba el aguacero, pinchazo, espadazo y
silencio.
A Fermín, el esperado, le seguiremos esperando Quien partió el queso con su
actitud y su disposición fue el hidrocálido Gerardo Adame. Ya en otras ocasiones le hemos visto con madera de
torero importante, y sobre todo, de aire fresco. No obstante, en otras
ocasiones también le hemos visto como extraviado, tal vez un poco corto en términos
de oficio. Pero siempre es un torero que sale a ponerlo todo, y que deja algún
sabor de boca en el aficionado. En esta ocasión, además, se echó al hombro el éxito
de una tarde que, entre tanta agua, pudo simplemente desdibujarse cual
naufragio entre tanta agua. Pero no, era el momento de pegar un palo.
Don Antonio –n. 754, 490 kg. –, hizo tercero de la función. Fue un
toro parado con el que poco pudo hacer Adame. Sobresalió el recibo capotero,
bregando muy pero muy despacito, templado, metiendo al toro al capote. No
obstante, este decidió cortar su viaje desde antes del remate de dicho inicio. Con
la muleta pasó hasta la mitad del trasteo sin que viéramos gran cosa, hasta que
tirando mucho pudimos ver una serie de derechazos de buena factura. Terminó su
faena con manoletinas, de entre las que destacó la primera, y el remate de
delante por detrás. Mató de pinchazo y estocada trasera. Sonó un aviso. Algunos momentos buenos con el tercero de la tarde Ya era dantesco el aguacero, y el
ruedo prácticamente un barrizal cuando salió el sexto de la tarde. A diferencia
de los fuertes aguaceros habituales de las novilladas, los aguaceros de la Temporada
Grande, menos que esporádicos, se presentan ya de noche, y en una época mucha más
fría. En consecuencia, soportarlos en el tendido es considerablemente más difícil
que en el verano. Por lo tanto, ya se habían vaciado los tendidos, y llenado
los palcos y lumbreras del coso. La lidia de Don Toño –n. 750, 509 kg. – revistió poco interés para el público y
las cuadrillas por igual. No obstante, Gerardo
Adame alzó los brazos en son de guerra apenas cambiado el tercio, y se
dirigió a los medios con toda determinación para brindar al público bajo el
barro. Se estaba cocinando un momento importante.
Vaya fotogenia de la faena de Gerardo Adame El toro de San Mateo se dejó meter
mano, tuvo movilidad y se desplazó sin mayores problemas a pesar de la situación
del ruedo. Gerardo, por su parte, halló firmeza y supo poner la nota de emoción,
estableciendo una conexión sobresaliente con el público que estaba físicamente helado
y ya muy lejos del ruedo. Hubo momentos de ligazón y de pinturería, de
pundonor, de coraje, y hasta de desplante. Inició con péndulo y corrió la mano
por el lado derecho, por el que hizo el grueso de la faena, alargando el trazo
y llevando muy templadito al toro, apenas reponiendo el terreno, sumamente
vertical. Por el lado natural sobresalieron los cambios de mano, de excelente
factura. Tuvo Gerardo más facilidad para ligar el toreo hacia el terreno de la
contraporra y la querencia, donde el ruedo todavía no presentaba charcos. Por
aquel terreno, el toro pidió la muerte tras de salir soseando, a lo que Adame
respondió con manoletinas antes de tirarse a matar. Mató de estocada delantera
que no hizo efectos, y tres descabellos tras aviso, para recoger todavía una
clamorosa ovación de la afición que lo esperó.
Todavía se dio tiempo de gustarse El próximo domingo comienza la
segunda parte de la temporada, y ya se conocen cuatro combinaciones para cinco
carteles anunciados. ¿Tomarán nota del triunfo del aguascalentense? Ya lo
veremos. Mientras tanto, el próximo domingo Sebastián Castella, Octavio García
“El Payo”, y Juan Pablo Sánchez harán frente a una corrida de Fernando
de la Mora.
Fotos: Luis Humberto García "Humbert".
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