En su dolor Presente.- Querida Raquel:
La muerte de Víctor, según dijiste; transformada por la pérdida y el dolor, te ¡quitó la vida!
El dolor, la soledad, la frustración de todos esos sueños que, su ausencia dejará truncados; las esperanzas que, como pareja se habrán forjado, las quimeras y planes de futuro; (la tragedia que viviste en vivo y en directo); las borraron, ¡los extraños caminos de la vida y, un toro.!
No puedo ni imaginarme tan siquiera, la inmensidad de tu dolor y lo reconozco: ¡sé que jamás llegaré a siquiera suponer, lo que sufres hoy; ¡en tu alma, en tus sueños, en tus aspiraciones y esperanzas!.
Trato de visualizar en mi alma lo que será vivirlo; como el dolor, la frustración y el pasmo con el que quedamos los taurinos del mundo al conocer el trágico parte de Teruel, pero multiplicado millones de veces.
Los taurinos, habíamos perdido uno de los “nuestros”, un valiente de nuestras filas había dejado su sangre y su vida en aras de un sueño, en el ruedo de Teruel!, pero; para ti además de todo eso; ¡Víctor era tú y tú eras él! ¡Incomprensible, para quién no lo viva!.
De tus palabras se lee que ese amor inmenso de los dos es, no ha terminado en un “fue”, es y será y, justamente en ese amor inmenso, has encontrado ya y encontrarás conforme la tragedia y el dolor amainen, la fuerza que, desde ya; batalla dentro de ti, por volver a ser el dueño de tu vida.
Víctor para ti y todos los que tuvieron la dicha de; conocerlo, quererlo, ser queridos y amados por él, (se lo mostrará el tiempo); no desaparece, se transforma y solamente tendrás, tendréis que, amarlo en espíritu. Duro sin duda, no escucharle más, no recibir sus caricias y que él reciba las tuyas, pero su amor. no te, les dejará jamás, lo tendrás y tendrán siempre allí a su lado.
Ya se encargará él, de llenar de consuelo ese corazón en el que hoy, sientes hueco, porque; el suyo ya no estará encerrado en otro pecho, estará acomodado en tu corazón y será tu aliento; tú serás su hilo conductor con el mundo que, tan prematuramente dejó, en ti; vivirán siempre sus sueños, sus aspiraciones, sus metas y esperanzas de hombre.
El torero, él; ya seguirá luchando “por la faena que nunca se alcanza”, la sobriedad de sus pasos toreros, su suavidad de caricia con el capote, su cadencia con la muleta; las disfrutará para siempre en el nuevo estado de luz sin cascarón que es, desde su partida.
La crueldad del mundo, ¡tú, hoy lo sabes más y mejor que nadie Raquel!, no tiene límites pero, también en eso; su partida y, los bestiales comentarios que nos dejaron a todos sin habla, por días; pusieron el eslabón que faltaba para que los taurinos nos volvamos una cadena imposible de romper; unida, monolítica; fue su partida la que nos ha permitido levantar las cabezas, hasta hoy siempre humilladas; por un grupo financiado por protervos intereses extranjeros para que hoy se levanten altivas y denuncien y reclamen RESPETO, respeto a la vida, ¡respeto a la más maravillosa y dura, de las profesiones!.
Horas después de su partida y de recibir veneno a espuertas en las Redes Sociales, Víctor, “tu” Víctor, ya era el estandarte del mundo Taurino, ya era la bandera que, con su adiós humano, renació en un germen de lucha e independencia de todo corazón taurino.
Así como su/tu tragedia, nos movieron a todos, los cimientos mismos del existir para luego renovarnos en valentía, coraje y “CASTA”, así; tras el dolor humano, resurgirá tu vida, renovada sin duda, en un plano de pureza y amor majestuosos que, te darán la fuerza para completar las esperanzas que en su momento, los dos; cifraron para el mañana.
¡Qué su amor sea hoy tu consuelo!, que las lágrimas al rodar por tus rodillas purifiquen tu ser y llegue pronto el día en que te llenen de serenidad y coraje para llevar a buen puerto el barco de los sueños en común!.
Solo puedo enviarte desde la distancia, un fuerte abrazo y mi inmensa admiración por la dignidad y señorío que has mostrado ante tanto veneno, como aquel con el que intentaron, cubrir la muerte de tu amor.
Eres valiente, bravía y “Señora”, mi admiración y respeto a ti y a tu dolor.
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