Vitoria se queda sin toros. O Vitoria se queda sin feria taurina. Así lo anuncian los medios, como si el tema ya no tuviera remedio, para siempre. Pero como decía el cantante, para siempre es demasiado tiempo. El problema está en que este año no ha habido ninguna empresa que puje por preparar la feria y que tampoco parece que el ayuntamiento esté dispuesto a hacer concesiones más allá de las establecidas en el pliego. No, no las hacen porque según ellos ya se ofrecen muchas garantías y consideran que el hecho de que no haya empresa que se presente se debe a que la plaza no es rentable, a que hay un declive de la afición a los toros. Y es verdad.
Desde que se inauguró la plaza de toros de la capital vasca los niveles de asistencia fueron un quebradero de cabeza. No asistía mucha gente y la cosa iba a menos. Sí que es verdad que el número de espectadores se observaba con cierto optimismo el primer año, por la novedad del coso. Vitoria se convirtió en aqeuellos años en ‘la mejor plaza de segunda categoría’ de España. Pero esto no era del todo cierto. Fue un eslogan que inventaron los taurinos y detrás del cuál existía la idea de entrar en la plaza a degüello, como a ellos les gusta hacer. Esto se resumía en constantes malos tratos a las diferentes empresas que según empezaba la feria tenían que lidiar con las exigencias de las figuras y de sus representantes. Uno quería embarcar una corrida que no era la acordada, otro amenazaba con presentar partes que eximieran su asistencia si las cosas no se hacían como él quería, el otro… Bueno, ustedes ya saben de qué les hablo. Hay por ahí montones de profesionales que se llenan la boca con la defensa del toro y del toreo y se cargan las bases de la fiesta según se les pone en las manos las plumas de firmar los contratos.
Vitoria no fue la mejor plaza de segunda categoría de España, igual que el toreo –ahora lo sabemos- no es el segundo espectáculo en asistencia en España. Así lo demuestra el informe del Anuario de Estadísticas Culturales que el Ministerio de Educación ha hecho sobre el año 2015. Nos contamos nuestras mentiras, y nos creemos nuestras mentiras. Somos un poco quijotes, y nos importa un higo. Vitoria ha sido una plaza donde se presentaba un espectáculo ad hoc para las figuras, con todo lo que eso significa ¿Cuándo nombra una figura una plaza como la mejor de España? Cuando hace en ella lo que le da la gana.
Pero siendo sinceros, esto no es lo que ha quitado la feria de La Blanca del circuito taurino sino, tal y como se dice, la caída de espectadores que ha pasado de 53.000 en 2010 hasta 21700 en 2016, según informan en el periódico El Correo. Y el problema no es que la gente que no vaya porque el espectáculo que se ofrece sea una porquería, ya que a ojos de público ocasional era aceptable, sino porque no van, no les gusta. Las peñas, por ejemplo, tan importantes en algunas plazas del norte, en Vitoria iban hasta la plaza en unión, cantando, liando las suyas por la calle pero cuando llegaban a la puerta se daban la vuelta la mayoría de ellos y sólo unos pocos blusas entraban en el tendido.
Un espectáculo que no es rentable es un espectáculo que no se mantiene, y esto sirve también para los toros. Llegados a este punto, uno se plantea una serie de preguntas: ¿Es bueno para la tauromaquia enseñar plazas vacías por falta de público? ¿Es bueno para espectáculos como el toreo recoger subvenciones para dar corridas a las que va a seguir no asistiendo la gente?
No obstante hay algo que no encaja en todo esto de Vitoria. El PNV no propone consultas, tal y como hace en San Sebastián. En realidad Vitoria sería tan buen lugar para experimentar con la ley de consultas como cualquier otro sitio de Euskadi, o de Cataluña. Pero no. Parece que el interés en este caso no es experimental sino de eliminación y la suerte para ellos ha sido que esto se caiga solo. Los empresarios, se marchan solos, se escaquean de los concursos, ponen ellos mismos el puente de plata. Y las voces del toreo culpan al ayuntamiento de que no apoye a los toros. Digo yo, ¿y todas esas fundaciones que tienen las figuras del toreo, por qué no se presentan como empresas, en una especie de UTE? Quizás fuera una buena acción para salvar el toreo, a pesar de que siguiera sin ir gente a la plaza. Ahí sí pensaríamos que están defendiendo el toreo como espectáculo.