Este año cuando se presentó la feria de Sevilla, el tema central que colmó todas las polémicas, fue la ausencia del rejoneador portugués, aunque criado en tierras de Puebla del Rio, Diego Ventura. Ya lo anticipó el rejoneador el año pasado a los micrófonos de Canal Plus, cuando después de matar la corrida de Fermín Bohórquez dijo “necesito un toro con más movilidad, con todas sus fuerzas” y fue tajante cuando dijo “el año que viene, si otra vez viene la corrida de Bohórquez, no torearé en Sevilla”. Un dato curioso es que Ventura lleva seis puertas del príncipe, toreando toros del hierro de Fermín Bohórquez.

Y cuando en las fiestas navideñas, la empresa Pages anuncia el avance ganadero para la temporada, resulta que aparecía anunciada la corrida de Bohórquez para rejones. No habían hablado hasta ese momento con el rejoneador portugués. Y Ventura que por su personalidad no se echa para atrás, ha quedado fuera de la Feria de Abril, un lujo que no puede permitirse la Maestranza. En la rueda de prensa, el empresario Ramón Valencia, se defendió diciendo que los toros los eligen ellos y no recaban la opinión de los actuantes. Admitió que desde el equipo de Ventura, le propusieron que Diego participara en una corrida de toros mixta, con dos toreros a pie y él. El gestor lo justificó diciendo que esta empresa no contempla las corridas mixtas, algo que se contradice después de la que organizaron en el año 2008 también curiosamente con la presencia de Diego Ventura.

Quitando esta ausencia, es una feria más o menos bastante completa, con cuatro tardes aparecen anunciados José María Manzanares y Andrés Roca Rey (apoderado por el empresario). Tres tardes vienen Antonio Ferrera y Alejandro Talavante. Y hacen doblete Enrique Ponce y Morante de la Puebla (que regresa al coso maestrante en la Feria de San Miguel), Pepe Moral que el año pasado dejó una gran tarde con la corrida de Miura.

No comprendo todavía porque Morante no quiere reaparecer en la Feria de Abril en Sevilla, cuando lo va hacer quince días después en la Feria de Jerez. ¿No existirán otros intereses oscuros, que se nos escapa de las manos? Porque no los dicen públicamente y salimos de estas especulaciones.

Pero las grandes figuras, deberían de permitir, abrir un poco más los carteles en los que actúan, no cerrándose tanto en días concretos. Los aficionados deseamos que estos se combinen, con joven aspirantes que vienen apuntando fuerte, no cerrando tanto las combinaciones.

Esto no quita que haya notadas ausencias, aparte de la analizada de Diego Ventura. De los toreros a pie no podremos disfrutar del murciano Paco Ureña que en estos últimos años ha dado tardes importantes y Cayetano Rivera Ordoñez que el año pasado en la tarde de la despedida de su hermano Francisco Rivera dejó una grata impresión. No tiene perdón el empresario de Sevilla, con las ausencias sobre todo Diego Ventura y Paco Ureña. Es la obligación del empresario, que ambos hagan el paseíllo en el Coso del Baratillo.

El aspecto más decepcionante se da en el aspecto ganadero, donde predomina el hierro Domecq, este año con la presentación en el coso maestrante de La Palmosilla. Lo único que se sale un poco de esta línea son los hierros de Victorino Martín y Miura. No tienen cabida en un abono tan largo, otras líneas ganaderas. Se lidian las ganaderías que quieren las “figuritas del toreo”. ¿Pero las ferias no se hacen para los aficionados, porque esa exigencias de las figuras?.

Pero si analizamos los festejos, desde un punto de vista de “aficionados” estamos cayendo en un continuismo. Esta feria esta confeccionada para el gran público, que solamente acuden a los cinco carteles de relumbrón y el empresario se asegura no salir con demasiadas pérdidas económicas al final del año. Desgraciadamente el que llena la plaza no es el aficionado, sino el público.

En definitiva me parece una feria interesante, por la plaza y algunas combinaciones que se dan. Pero solamente saca un aprobado, todavía le faltan muchos aspectos por mejorar, para ser catalogada como “sobresaliente” que es lo que se merece el abonado maestrante.