Apenas en el segundo mes del nuevo año 2018, en Ecuador comienza la actividad taurina, con la feria “Nuestra Señora de la Merced”, en la ciudad de Ambato, provincia de Tungurahua, ubicada a 120 kilómetros al centro – sur de la ciudad de Quito que, además, coinciden con las fiestas de carnaval en gran parte del planeta y con las fiestas de las “Flores y las Frutas”, que conmemoran cada año a esa taurinísima ciudad. La empresa Citotusa, que antes organizaba la tradicional feria taurina “Jesús del Gran Poder”, en la capital ecuatoriana, dio hace días a conocer oficialmente, que el domingo 11 y el lunes 12 de febrero del año en curso, se cumplirán los dos festejos que forman esta hermosa feria taurina ambateña.

El domingo 11 de febrero, a partir de las 15h00 (hora de Ecuador), actuarán los toreros David Fandila “El Fandi”, Juan Francisco Hinojosa y David Mora. El día siguiente, lunes 12 de febrero, a partir de las 12h00 (hora de Ecuador), actuarán los matadores Juan José Padilla, Juan Bautista y Álvaro Samper. En las dos tardes, se lidiarán a muerte astados de las ganaderías de Mirafuente y de Vistahermosa.

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Para el aficionado taurino ecuatoriano, ha sido una grata noticia, que cerca del comienzo del nuevo año, se inicie la actividad taurina en el país, en una ciudad con mucha tradición taurina como Ambato, y que, pese a todos los sinsabores que dejaron los políticos izquierdistas comandados por el anterior presidente del país Rafael Correa que, gracias a Dios –lamentablemente- está gozando de mucho dinero “de todos los ecuatorianos” pero, en Bélgica; o sea, “cruzando el charco”, como diría algún escritor de habla hispana, para señalar que se trata de Europa.

Siempre se buscó en esta corta pero interesante feria, toreros que llamen la atención a los miles de aficionados ecuatorianos y extranjeros que, en esta época, llegan a nuestra hermosa tierra en la mitad del mundo, pero que, por el contrario, sus emolumentos no sean demasiado ingentes, para poder cumplir con ellos, como lo han hecho siempre. En la primera corrida, la presencia de El Fandi y David Mora, significa, desde ya, una gran atracción y, si a ellos, les acompaña el ecuatoriano Juan Francisco Hinojosa, el cartel está muy bien armado. La entrega y la habilidad con los palitroques de El Fandi; la calidad y conocimientos de David Mora, que vuelve a los años; y, el deseo de no quedar atrás de Juan Francisco Hinojosa, pese a su poca experiencia, forman realmente algo digno de verse. Y, más aún, si tienen que lidiar astados del encaste de Juan Pedro Domecq que, pese a que no es de mi gusto, siempre entretienen e invita a llegar a la plaza ambateña en esa fecha.

En la segunda corrida, la presencia de Juan José Padilla y de Juan Bautista, es todavía, mayor la atracción. A ellos, se les unirá en este festejo, Álvaro Samper, un buen torero nacional que, en los últimos meses, ha podido actuar en un buen número de festejos y, sobre todo, que entrena en algunas ganaderías nacionales. En igual forma, no desea dejarse ganar en el ruedo, por sus linajudos alternantes. Juan José Padilla, por sí solo, es una gran atracción; y, más aún, ahora que todos conocemos que próximamente se retirará de los ruedos, con lo que, la fiesta brava, perderá la presencia de un verdadero “león de los ruedos”, no solo por su entrega total en cada actuación, sino que es de los que tiene “ángel” y llega mucho a los tendidos. Juan Bautista, que continúa triunfando en América con su gran calidad y el tipo de toreo serio que realiza. Y, el compatriota, que tratará de darse a conocer con todo lo que tiene dentro, con su enorme afición, si hablamos –sobre todo- de su entrega y su calidad de toreo, aunque con poca actividad. Igualmente, sus enemigos serán astados de procedencia de Domecq, que tanto anhelan las figuras del toreo.

Por lo tanto, creo que en Ecuador vamos a comenzar la actividad taurina en buena forma y, todos esperamos que los aficionados acudan a las aposentadurías del coso ambateño, para apoyar a quienes tratamos a toda costa, de mantener vigente y en actividad la mejor de las fiestas. Al finalizar el año anterior, la fiesta brava obtuvo una gran victoria, cuando los ediles del cabildo capitalino, incluso, con votación de aquellos del partido del anterior gobernante, negaron la petición de eliminar la fiesta brava en Quito para siempre, que ha sido la ilusión y objetivo de los “Diablumas”, conocidos roqueros “amantes de la drogadicción y del aborto seguro”, y que fueron quienes convencieron al presidente Correa, diciendo que pensaban como “todos los jóvenes ecuatorianos” (?). Es decir, ahora que conocemos que el actual presidente de Ecuador Lenín Moreno, es un gran aficionado taurino, tenemos que hacer todo lo que esté al alcance legal, para volver –esperemos pronto- a tener el mundo del toro bravo en Quito, capital de la república. Que Dios reparta suerte.